· Extractos de la obra "Historia Eclesiástica" de Eusebio de Cesarea ·


· Historia Eclesiástica · Ἐκκλησιαστικὴ ἱστορία · Historia Ecclesiastica · Eusebio de Cesarea ·

· Historia Eclesiástica · κκλησιαστικ στορία · Historia Ecclesiastica                                                       · Eusebio de Cesarea ·


· Historia Eclesiástica,  Libro II 1,3-4 ·

-1-

[DE LA VIDA DE LOS APÓSTOLES DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN DE CRISTO]


"3 Clemente [de Alejandría], en el libro VI de las Hypotyposeis, aduce lo siguiente:

«Porque—dicen—después de la ascensión del Salvador, Pedro, Santiago y Juan, aunque habían sido los predilectos del Salvador, no se adjudicaron este honor, sino que eligieron obispo de Jerusalén a Santiago el Justo».

4 Y el mismo autor, en el libro VII de la misma obra, dice todavía sobre él lo que sigue:

«El Señor, después de su ascensión, hizo entrega del Conocimiento [Gnosis] a Santiago el Justo, a Juan y a Pedro, y éstos se lo transmitieron a los demás apóstoles, y los demás apóstoles a los setenta, uno de los cuales era también Bernabé." [1]


[1] Velasco Delgado, Argimiro. Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica. Edición bilingüe, págs. 63 y 64, BAC, 2008.



· Historia Eclesiástica,  Libro III 30,1-2 ·

-30-

[DE LOS APÓSTOLES CUYO MATRIMONIO ESTÁ COMPROBADO]


"1 Clemente [de Alejandría], cuyas palabras acabamos de leer, a continuación de lo dicho anteriormente y por causa de los que rechazan el matrimonio, nos da una lista de los apóstoles que está comprobado que fueron casados y dice:

«¿O también han de desaprobar a los apóstoles? Porque Pedro y Felipe procrearon hijos; es más, Felipe dio maridos a sus hijas y Pablo, al menos en cierta Carta, no vacila en dirigirse a su consorte, que no llevaba consigo por facilitar el ministerio.»  

2 Y puesto que hemos mentado estas cosas, nada impide que citemos también otro relato de Clemente [de Alejandría] digno de ser expuesto. Lo escribió en el libro VII de los Stromateis y lo narra de la siguiente manera:

«Pues se cuenta que el bienaventurado Pedro, cuando vio que su propia mujer era llevada al suplicio, se alegró por causa de su llamada y de su retorno a la casa, y gritó fuerte para animarla y consolarla, llamándola por su nombre y diciendo: "¡Oh, tú, acuérdate del Señor!" Tal era el matrimonio de los bienaventurados y la perfecta disposición de los más queridos». Este era el sitio oportuno para esto, por venir al caso del tema que tratamos.
"

[1] Idem, págs. 173 y 174.


H.T. Elpizein, julio de 2017
Actualizado en 
junio
 2020



*Crédito imagen: Pergamino manuscrito del s. IX, d. JC., de la obra "Historia eclesiástica" de Eusebio de Cesarea


Einsiedeln, Stiftsbibliothek, Codex 346(284), p. 1 – Eusebius Caesariensis, Historia ecclesiastica