· Bardaisan · Libro de las leyes de los países ·
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"El deseo es una cosa diferente del amor y la amistad,
que son algo más que la conexión con propósitos impuros.
Deberíamos darnos cuenta, comprender sin dificultad,
que la concupiscencia [o lujuria] es un falso amor y que
incluso si ésta da una satisfacción momentánea,
hay una gran diferencia entre ésta y el verdadero amor,
cuya paz dura hasta el final de los días,
sin padecer problemas ni pérdidas." [1][2]
El "Libro de las leyes de los países" o "Diálogo sobre el Destino" como es también conocida, es la única obra que se conserva del poeta y filósofo sirio Bardaisan de Edesa (154-222 d. JC.).
Descubierto en 1845 por el orientalista W. Cureton en un manuscrito del s. VII del Museo Británico (British Museum, Add. 14658), la publicaría en Londres en 1855 en su "Spicelegium syriacum". Con todo, ya eran conocidos del "Libro de las leyes de los países", algunos fragmentos y citas reseñados por Eusebio de Cesarea (275-339 d. JC.) en su Praeparatio Evangelica y en las Recognitiones (Reconocimientos) pseudo-clementinas (s. II-IV d. JC.). [3]
Lo especial de este hallazgo fue que permitía acercarse de una manera más objetiva y no sólo a través de las fuentes de sus detractores u opositores, al pensamiento teológico y antropológico de Bardaisan, "el primer filósofo sirio".
En este "Diálogo" de estilo socrático escrito por su discípulo Felipe, Bardaisan es mostrado como un instructor o maestro que desarrolla, en respuesta a preguntas y objeciones que le son presentadas por Avida, uno de sus discípulos, la correcta perspectiva del sentido de la libertad en el ser humano en relación a las fuerzas del "destino" a las que, desde su nacimiento, se halla sujeto.
Se hace necesario, en este punto, situarse en el contexto histórico de la Edesa de la segunda mitad del s. II y comienzos del s. III d. JC. y la pervivencia en su cultura, heredera de intensas influencias caldeas, mesopotámicas e iranias, de una visión fatalista o predeterminada del individuo en cuanto a que "las fuerzas de destino", entiéndase las influencias astrológicas - de los astros y planetas o cuerpos celestes - señalaran de modo rígido el devenir de cada persona en su vida terrestre.
Bardaisan, que en este "Libro" se identifica a sí mismo como cristiano y demuestra en sus explicaciones un profundo conocimiento del saber astrológico caldeo, perfila su postura sobre el hombre y su destino clarificando que, aunque el ser humano está sujeto por un lado a la Naturaleza - por su corporeidad física- y por otro, a las "fuerzas del destino" inscritas en las estrellas y planetas - en razón de su alma sensible a ellas- que le influyen y direccionan en los eventos y circunstancias de su vida, con todo, el ser humano, tiene un margen de libertad que le ha sido otorgado por Dios, para hacer por medio de facultad de la voluntad lo que es correcto y abstenerse de lo que es incorrecto.[1] [4]
En el "Libro de las leyes de los países" se deja entrever también, como muestra el pequeño extracto del mismo con que se inicia este artículo, el pensamiento bardaisanita acerca de las relaciones entre el hombre y la mujer y más particularmente de la naturaleza y carácter de las relaciones íntimas entre ambos. Aunque no se ha ahondado en este aspecto de la filosofía de Bardaisan, puede encontrarse que, en la misma, subyace una comprensión de la esfera sexual en la relación marital en la que ésta es vivida con castidad, en consonancia con las enseñanzas del apóstol San Pablo en algunas de sus epístolas [5] y otros textos evangélicos.[6]
A diferencia de las posturas encratitas que propugnaban la abstinencia del matrimonio, en Bardaisan se encuentra un muy elevado concepto, trascendente, de la unión matrimonial de tal modo que, su pura realización, es reflejo terrenal de la Cámara Nupcial de la Luz celestial y en ese sentido, instrumento de perfección espiritual en el hombre y la mujer. Es en este contexto en el que tal vez pueden entenderse mejor las notas de Efrén de Siria (ca. 306-373) que en su obra "Contra Haereses" (Himno 55,2) refriéndose a las enseñanzas de Bardaisan dice: " Él [Bardaisan] llamó a nuestro Señor [el Cristo] un Niño que fue producido por dos, a través de la unión sexual ". [7]
Bibliografía:
[1] H. J. W. Drijvers, Bardesanes, The Book of the Laws of Countries: Dialogue on Fate of Bardaisan of Edessa, Gorgias Press LLC, 2007.
[2] Nau, François, Le Livre des lois des pays, Editor Ernest Leroux, Paris, 1899.
[3] Ephrem-Isa Yousif, La vision de l'homme chez deux philosophes syriaques: Bardesane (154-222) - Ahoudemmeh (VIè siècle), Editions L'Harmattan, 2007.
[4] Hegedus, Tim, "Necessity and Free Will in the Thought of Bardaisan of Edessa", Laval théologique et philosophique, vol. 59, n° 2, 2003, pgs. 333-344.
[5] 1 Tesalonicenses 4:3-5: "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios."
[6] Hebreos 13:4 "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios."
[7] Gerrit Jan Reinink, Alexander Cornelis Klugkist, Han J. W. Drijvers, After Bardaisan: Studies on Continuity and Change in Syriac Christianity in Honour of Professor Han J.W. Drijvers, Peeters Publishers, 1999.
* [notas entre corchetes: por el autor de este artículo].
** Crédito imagen: Comienzo de la obra "Sobre el Destino" o "Libro de las leyes de los países" de Bardaisan de Edesa (154-222 e.c.), texto en siriaco, del libro "Une biographie inédite de Bardesane l'astrologue" de François Nau, París 1897. Digitalizado en Open Library (openlibrary.org).
H.T. Elpizein, diciembre 2014
Referencia:
Elpizein, H.T., Escritos del Cristianismo Primitivo, Bardaisan de Edesa: Sobre el Destino o Libro de las leyes de los países, mayo 2018. <http://escritosdelcristianismoprimitivo.com/Bardaisan-Libro-de-las-leyes-de-los-paises/>